lunes, 20 de diciembre de 2010

YO MATARE MONSTRUOS POR TI

Todo menos ÉL. Para mi era mi dentro de un rato, mi mañana, mi presente que no habría vivido del todo, ÉL esa palabra tan poco palabra, que nunca pronuncie en voz alta..si le perdía, perdía mis presentes futuros. Sí no lo conseguia, el tumor del arrepentimiento me dejaría vivir unos meses, días, quizás unas horas más...pero el siempre volvía a mi mundo y yo siempre estaba en el esperandole, por que por mucho que me esforzara por marcharme de allí siempre estaba aquella palpitación que me decía es él y no otro al que tienes que esperar y creo que esa misma palpitación en su pecho era la que le hacia saber que era yo, la única junto a la que tenía que regresar. ÉL con su sonrisa y sus maneras que ya consiguieron hechizarme hace años, con todo ese remolino que deja tras de sí y que se mueve en mi cabeza dejando todas mis teorias patas arriba, el único dueño de mis sentidos y de mis desgracía...mi piedra en el camino, pero eso sí una piedra muy bonita.



Que agitara mi esperpento tan adentro que quemara..

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