martes, 28 de diciembre de 2010
Saben porqué está siempre duro el pan.
O como ahogarte en remolinos de agua que desdibujan el reflejo de realidades, que cambian de forma según las mires desde una orilla equivocada, o no. Y aunque los peces ya no tengan aquellos colores claros, quizás por el desgaste del roce con las algas, son los mismos peces que te enseñaron a nadar y al fin y al cabo eso es lo importante, por que tú tampoco eres la misma y tal vez ahora si que te atrevas a pasar de la orilla, a meterte hasta las rodillas y no dejar que te lleve la corriente (aunque sabes que existe una corriente muy fuerte). Pero con el consuelo de que si el fondo esconde algún torbellino sin dudarlo los peces de colores te salvaran, como tantas y tantas veces antes lo han hecho. Por que esas aguas están llenas de recuerdos, de felicidad y de lágrimas, por eso nunca nada se asemejara a ese trocito de vida que lleva en su cauce.
Quizás es más fácil esperar a que suba la marea ...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario